miércoles, 9 de diciembre de 2009

Léeme



me dejaste en el barro como a muchos, porque eres lluvia y eres tormenta constante. Pobres tontos que siguen/siguieron tu película. Que guión más rico en color, pero pobre en actos. Me molesta que causes tantos estragos vendiendo palabras. Haría un grupo para prevenirte, para dejarte solo como me dejas.

Eres una lengua puntiaguda escondida en unos labios gruesos, eres tus ojos verdes que no hacen más que mirarse a ellos mismos, mirarse su propio brillo opaco. Porque de a poco te secas, te envenenas.

Apreto fuerte las teclas porque no soporto la mentira, la mentira pensada. Cuando quiero, recuerdo que apretabas mucho. Como no pudiendo agarrar nada, como queriendo poseerlo todo sin atreverse a nada más, que lo físico. Lo que "supuestamente" te continuas negando, lo que no te gusta, evitas.

Eres tan común como tu nombre querido, muy predecible. Pero estás camuflado y nadie se atreve a desenmascararte.

Yo sí



Porque cuando creo que me equivoco en como te juzgo, aparece algo que me confirma todo.

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