Tenía nervios de esos que consumen, creía que tu vida se iba a la sima y quedaba tirada. Ese lugar y sus calles viejas te dieron la lección querido, y me alegra saber que todo sigue igual, que tus mujereos todavía están. Qué gusto es seguir viendote con esa risa pegajosa y negativa, con ese chiste negro malo, descriminador que se queda entre nosotros y las señoras compañeras nuestras.
Que calles más sucias y feas, micros olor a animal, gente común y corriente. De vuelta en el centro, de verdad que tuve el presentimiento de que el parque era el mejor camino de regreso. Las bocinas me alertaron mi casi muerte y fue ahí que lo vi.Su figura delgada y apretada, pelucona y alternativa que avanzaba con un quebrado paso. Rápido, asustado, como temiendo algo, como escondiendo tanto.
Entre espanto y risa volvió, mi nervio volvió porque mi querido compañero sólo me recordaba mi estúpidez y mi paranoia. El metro acortaba demasiado el viaje y denuevo caminar fue la mejor alternativa. Bellas Artes no es chico y tampoco es grande. No sé si las coincidencias existen pero lo vi denuevo. Lo vi completo, observé minusioso, detallista, y aunque no es ninguna maravilla, y esté claro que tengo lo que no tiene, él aún tiene ESO que yo no tengo/tendré.
1 comentario:
tu texto duele.
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