Vivimos confundidos, vivimos en un devenir de posibilidades que tenemos que ir desenchando y eligiendo todos los días. Nos plantamos en cada lugar como árboles al suelo solo para conseguir llevarnos por alguna de las partes, en este caso un pajaro que aloje en nosotros su nido o el mismo viento que pueda dejarnos desnudos frente a todos los demás que continuen inmóviles en un mismo segundo, pueden ser algunas de las caras que nos tocaría observar. Es difícil saber realmente que ocurriría si nos dejaramos llevar, estar ahí, siendo sincero, no es suficiente, no basta. No me gusta el viento, no me gusta el sol, no me gusta la primavera porque confunde, atonta, ahoga. Pero es parte de mí en este momento, yo respiro yo camino yo soy parte del día al salir de mis cuatro paredes y sería ingenuo seguir creyendo que el polen desaparecería solo para aliviarme la nariz.
Borrarme sería como borrar el título de uno de tus escritos porque las letras ya pensadas, las frases bien recortadas y las metáforas ya establecidas al ser leidas por tí te llevarían igual al primer nombre que le habías puesto a todo eso que salió de tí. De tu cabeza de tus manos de tus momentos frente al papel.
Las flores de primaveras duran la primavera, son estacionales como también lo son las alergias. No se cuanto tenga que seguir esperando para que el sol no mienta y reconosca que ya no es hora de estornudos sino de pies desnudos y aguas unidas gracias al calor.
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