Lo otro será lo que sobra, lo que no tiene derecho a explicación, lo que no cuenta en la verdadera realidad. Lo otro es como soñar, como cerrar los ojos un rato para imaginar. Es como un cogollo bien armado y fumado en una plaza con arboles grandes y frondosos.
La victima de engaño es lo que se ve, lo que se dice de un texto y el que se merece todo tipo de explicación/mentiras. La victima es culpable de su propia mentira, de su propia certeza. La victima es tan tonta que aún me cuesta creer que siempre tenga que ganar.
" Creí en la mentira, en mi propia verdad"
Lo otro se esconde, se mimetiza, se rebaja y se deja para situaciones especiales en las que el "ser" tenga el control del juego. Lo otro exita, llama, aterroriza, persigue, enamora, des-enamora. La victima ama, llama, tranquiliza, llega, enamora y des-enamora.
El otro y la victima terminan ahogando, acaban con la incertidumbre para volver todo muy real. Lo real aburre, por eso se deja.
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